Medio siglo sin Tonono, el capitán que nunca se fue

El 9 de junio de 1975 la afición de la UD Las Palmas y del deporte español recibía una de las noticias más impactantes de aquella etapa: el fallecimiento de Antonio Afonso Moreno, Tonono (nacido el 25 de agosto de 1943). Era jugador en activo del club aún sin cumplir los 32 años y su muerte se produjo en la Clínica del Pino tras una enfermedad con rápido desenlace, como recuerda este lunes la web del club de Pío XII.

Se cerraba ese lunes de hace ahora medio siglo un expediente deportivo magnífico, que se había iniciado con el equipo profesional amarillo el 18 de febrero de 1962. El joven defensa nacido en Tenoya y criado en Arucas debutaba con la edad de 18 años, 5 meses y 24 días. Procedía del Arucas CF y en sus inicios con el técnico Paco Campos coincidió con jugadores tan significados en el club como los porteros Ulacia y Oregui, además de Ernesto Aparicio, Juan Guedes –también malogrado jugador en activo y gran amigo personal–, Erasto, Vegazo, Juan Luis Jiménez, César Nelli, Ríos o Torrent.

Se estaba gestando entonces la más larga etapa del club grancanario en la Primera División, tras el ascenso a Primera División en 1964 con el triunfo 0-3 en Abarán. Se reforzaba meses después la plantilla con el abordaje de los jóvenes Diablillos amarillos, campeones nacionales juveniles, liderados por Germán Dévora, Paco Castellano y José Manuel León. Y más tarde, brillantes jugadores tinerfeños como José Juan, Martín Marrero o Justo Gilberto.

Tonono era clave de bóveda en aquel proyecto en el que la UD Las Palmas pasaba a ocupar un protagonismo propio en Primera División. Era entonces un futbolista líder en el grupo grancanario, para firmar una hoja de servicios al club que se desarrolló durante catorce temporadas, iniciada en Segunda División y culminada en 1975, con el equipo en la máxima categoría.

En total disputó 436 partidos oficiales con la UD Las Palmas [solo superado en la historia del club por David García (474) y Germán Dévora (453)], desde su debut frente al Murcia en 1962 (estadio de La Condomina) hasta el cierre en la Copa del Rey, el 31 de mayo de 1975 en la Rosaleda de Málaga. Anotó dos goles en su largo periplo con el equipo representativo de Gran Canaria, su único club profesional. Las porterías batidas por el defensa central fueron las del Atlético de Madrid y Celta. Precisamente el conjunto vigués fue el rival con el que se despidió sin saberlo de la afición del Estadio Insular. Ocurrió el 25 de mayo de 1975 en el epílogo de la Liga de Primera, logrando los amarillos aquel día la permanencia con una victoria (3-1).

El nombre de Tonono se localiza en la histórica plantilla de la UD Las Palmas que logró el subcampeonato de Liga en 1968, el tercer puesto un año después, además de ser jugador integrante que disputó con el club isleño las eliminatorias de Copas de Ferias y de la UEFA de los años 1969-70 (debut frente al Hertha de Berlín) y 1972-73, respectivamente.

Su rango deportivo se elevó al grado internacional con la selección española, debutando el 1 de octubre de 1967 en Praga frente a Checoslaquia. Acumuló un total de 22 encuentros internacionales, entre ellos el que asumió como capitán en el Estadio Insular en octubre de 1972 frente a Yugoslavia (primer encuentro internacional absoluto disputado en Canarias). Hasta el momento de su óbito, Tonono Afonso era el futbolista canario más internacional con la selección absoluta de España, característica que mantuvo hasta la aparición del también grancanario Juan Carlos Valerón.

Una colección de distinciones personales decora la trayectoria de tan ejemplar deportista, entre ellas la insignia de oro y brillantes de la UD Las Palmas concedida en la etapa presidencial de Miguel Ángel Ramírez. O el honor reciente de haber recibido a título póstumo el título de Hijo Predilecto de Gran Canaria otorgado por el Cabildo Insular de la isla.

Su muerte causó un gran impacto en la sociedad grancanaria de la época. El velatorio se realizó en la sede social de la UD Las Palmas, en la calle Pío XII, para luego proceder a su entierro en el Cementerio de Arucas el 10 de junio. Una gran manifestación de duelo, integrada por centenares de personas, acompañó en silencio al gran futbolista que levantó tanta admiración.