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Las 11 claves del nuevo conflicto del metal en Cádiz: el regreso de las barricadas por un “convenio definitivo”

Quema de contenedores a primera hora de este miércoles en las calles de Cádiz.

Pedro Espinosa

Cádiz —
18 de junio de 2025 20:43 h

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Tres años y medio después de la huelga histórica que paralizó los astilleros y llenó de barricadas las calles de Cádiz, los trabajadores del metal vuelven a la huelga. Esta vez lo hacen tras una negociación encallada y con el precedente de un convenio que, según los sindicatos, no ha resuelto los problemas estructurales del sector. La patronal del metal de Cádiz, FEMCA, defiende que su propuesta actual “mejora sustancialmente” las condiciones laborales, pero los sindicatos denuncian retrocesos, contratos precarios y un marco que “consolida la brecha salarial”. Estas son las claves de un nuevo conflicto que vuelve a calentar la Bahía.

Una huelga que arranca con fuerza en la calle

Los sindicatos han convocado esta semana dos jornadas de paros. El miércoles 18, y este jueves 19. Los manifestantes saben que la repercusión y fuerza que se muestre en estos dos días, la presión que puedan ejercer, es fundamental para obligar a cerrar un acuerdo el viernes que evite que la huelga adquiera carácter indefinido a partir del lunes, un extremo que no desea ninguna parte. Así que desde temprano las movilizaciones se han hecho sentir en toda la provincia, especialmente, en la bahía de Cádiz con barricadas en Puerto Real y Cádiz, que han colapsado el tráfico por carretera y también por tren durante tres horas, en plena hora punta. Una manifestación de operarios del astillero de Cádiz ha derivado en enfrentamientos con la Policía Nacional en el barrio de Loreto de la capital gaditana. El detonante ha sido el lanzamiento de objetos a la sede de la FEMCA.

Un sector con 30.000 trabajadores y 5.000 empresas

La industria del metal en Cádiz da empleo directo a casi 30.000 personas y agrupa unas 5.000 empresas, muchas de ellas subcontratas del sector naval y aeronáutico. Navantia, Dragados y Airbus son los principales motores de esta red que se extiende por Puerto Real, San Fernando, El Puerto de Santa María y la capital. La negociación afecta tanto a la industria principal como a las auxiliares, muchas de ellas con empleo temporal o fijo-discontinuo, figura que es clave en la negociación.

El plus de tóxico

Una de las concesiones más llamativas es la recuperación del complemento incondicionado por Penosidad, Peligrosidad, Toxicidad y Turnicidad (PPTP), eliminado en 2013. FEMCA acepta reintroducirlo con una subida progresiva hasta los 5,75 euros diarios en 2030. El coste estimado para las empresas sería de entre el 2,5 % y el 3 % adicional sobre los salarios.

Subidas salariales... pero con condiciones

FEMCA propone un aumento del 3 % en 2024 (con atrasos) y del 2,8 % en 2025. A partir de ahí, los sueldos se actualizarían con el IPC anualmente hasta 2030. El compromiso incluye una cláusula de prórroga automática si no se denuncia el convenio. La patronal defiende que esto garantiza el poder adquisitivo. Los sindicatos, en cambio, consideran que no se concreta una senda clara de reducción de la brecha salarial entre categorías.

Un nuevo contrato con salario recortado

Uno de los puntos más conflictivos es la creación del Salario de Nuevo Ingreso (SNI), que permitiría contratar a trabajadores sin experiencia en el sector durante 18 meses cobrando solo el 75 % del salario base, aunque con todos los complementos salvo el incondicionado. Para CCOO y UGT, este modelo precariza aún más el empleo y “abre la puerta a la dualidad salarial dentro del mismo tajo”.

El contrato fijo-discontinuo, otra piedra en el camino

El modelo de empleo fijo-discontinuo ha sido una constante en la industria auxiliar del metal. La nueva propuesta introduce censos de llamamiento, un orden objetivo de contratación, preaviso mínimo de cinco días y limitaciones a la inactividad de 12 meses en subcontratas y contratas. Sin embargo, los sindicatos denuncian que la redacción no se ajusta a lo pactado y temen que perpetúe la inestabilidad laboral.

Mejoras en dietas, pluses y vacaciones... insuficientes

La propuesta empresarial recoge otras mejoras: plus de transporte sin límite de días, paga extra de Navidad adelantada, equipación completa, bolsa de estudios, anticipos y la posibilidad de 23 días laborables de vacaciones. Aunque FEMCA defiende que estas condiciones “superan incluso lo pedido”, para los sindicatos son “gestos sin resolver lo estructural”.

Complementos por incapacidad temporal

FEMCA ofrece un 85 % del salario desde el octavo día de baja común y el mismo porcentaje en casos de accidente laboral. En enfermedades graves como el cáncer, se alcanzaría el 100 % desde el primer día. Sin embargo, CCOO advierte que la propuesta “empeora” la redacción actual del artículo de bajas.

Ganar el relato

El secretario general de FEMCA, José Muñoz, ha insistido en que las empresas “han cumplido su parte” y que “es muy difícil ganar el relato cuando hay una huelga”, pero que la ciudadanía debe saber “que no hay motivos objetivos para mantener el paro”. Desde los sindicatos, en cambio, se habla de “divagaciones constantes”, de promesas que cambian durante las reuniones y de una patronal “inflexible” que “no quiere firmar un convenio justo”. Los representantes, Antonio Montoro, de UGT; y Pedro Lloret, de CCOO, han introducido en las últimas horas un punto discordante en el seno de la patronal. Acusan a Dragados, que ahora mismo tiene una carga de trabajo desbordante, la que se opone a algunas reclamaciones básicas de los sindicatos, mientras que otras empresas sí estarían dispuestas a aceptarlas.

El precedente de 2021

El recuerdo de la huelga del metal de 2021 está muy presente. Aquel conflicto duró nueve días, con manifestaciones masivas, cargas policiales, el ya icónico uso de un vehículo blindado (la tanqueta) en las calles y un acuerdo que se logró tras la presión en la calle. Entonces se pactaron subidas vinculadas al IPC, pero la situación económica, la inflación y el deterioro del empleo han hecho que muchas de aquellas conquistas se sientan hoy insuficientes. Hay una diferencia con respeto a la anterior. En 2021 las factorías tenían pocos encargos. Ahora en Navantia, Airbus o Dragados hay muchos contratos. A las empresas no les interesa un conflicto largo que condicione los ajustados plazos que exigen sus clientes.

¿Y ahora qué?

Este viernes podría ser clave para la resolución del conflicto. Los sindicatos tienen previsto mantener la presión con dos paros, miércoles y jueves, que, como ha ocurrido hoy, tengan alta repercusión y condicionen la vida de las comarcas afectadas. Este miércoles, por ejemplo, ha sido casi imposible desplazarse por carretera y tren durante las primeras tres horas de la mañana. El viernes debe ser un día para retomar la negociación y evitar un conflicto que se alargue como indefinido a partir del lunes. Clave será también la imagen que dé la Policía y el Gobierno en este conflicto. Por el momento, hoy ya se han producido los primeros enfrentamientos entre antidisturbios y manifestantes con lanzamientos de pelotas de goma, botes de humo y piedras en el popular barrio de Loreto.

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