Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Por fin los pelotaris vascos podrán elegir la verde, además de la roja o la azul

Llegó el momento. El torneo de cesta punta 'Liga de Naciones' que se celebra en Gernika del 1 al 6 de junio va a suponer la primera vez en la historia en la que una Selección Vasca de pelota participa de forma oficial en el ámbito internacional bajo el paragüas de la FIPV, principal organismo de este deporte en cuya creación en 1929 ya estuvieron los vascos. Un cambio legislativo lo ha propiciado, pero sobre todo la tenaz voluntad de los y las pelotaris, arropados por los pelotazales de los siete territorios de Euskal Herria, con el apoyo de las instituciones, de lo que ha sido buena prueba la presencia del lehendakari Pradales vistiendo la Verde como el primero de los vascos.
En el campeonato de Gernika estarán las selecciones de las federaciones que integran hoy la Internacional, entre ellas la federación española y también la vasca, que fue aceptada como miembro de pleno derecho el pasado 28 de diciembre. Es cierto que pesa sobre esa decisión asociativa (adoptada por dos tercios de su asamblea, incluidas las federaciones de Francia, Argentina, México o Venezuela) un recurso ante el TAS por parte de las federaciones española y (a su rebufo) cubana, posición, la del ente que hoy preside el navarro Javier Conde, que supone, de suyo, el incumplimiento de la ley española del deporte, que en su artículo 48.2 (el que abre el derecho de federaciones autonómicas a acceder a la representación internacional) obliga a la federación española concernida a aceptar y dar “apoyo conjunto” a la entrada de la autonómica tras el acuerdo con el CSD, que en este caso ya se produjo con carácter previo, como así mismo establece el precepto.
La federación española no sólo ha incumplido la ley (sin que el CSD le haya conminado expresamente a acatarla, como debiera) sino que ha sacado un comunicado que roza el surrealismo. La española dice participar en Gernika en la competición organizada por la FIPV clasificatoria para los Mundiales del año próximo, pero no le reconoce carácter “oficial” porque dice no estar autorizada por ella misma y por el propio CSD. El desenfoque es tremendo. La federación española parece desconocer que las competiciones oficiales en el calendario de la FIPV las decide ésta, y no una administración pública o una federación concreta, siendo que aquí, además, la española se ha inscrito voluntariamente e incluso sometido al tribunal arbitral de la FIPV (circunstancias que han de tener consecuencias de cara al recurso pendiente). Recordamos que la no autorización de celebración en territorio estatal de una competición deportiva internacional sólo podría obedecer a razones de política exterior, o, pongamos, de salud u orden público, según establece nuestra legislación interna, en la que siempre prevalecerá lo dispuesto en la vigente ley del deporte, no existiendo en este caso prohibición alguna por parte de las autoridades administrativas.
Por otro lado, el enfrentamiento deportivo entre Euskadi y España no vulnera regulación alguna, ni interna ni internacional, y no es sino reproducción de otros habituales entre representaciones de territorios y estados en variados deportes, y ahí están los ejemplos de las naciones británicas, o de Groenlandia e Islas Feroe respecto a Dinamarca, o de Hawai en relación a Estados Unidos, por citar algunos.
En Gernika se va a poner de manifiesto la posibilidad de que deportistas vascos puedan elegir libremente entre defender distintas camisetas, en esta ocasión las de los combinados de España, de Francia o de Euskadi. Una demostración de convivencia y de normalización, de concreción del derecho a la libre opción por parte de los deportistas, algo asumido en un mundo del deporte donde es posible vestir distintos colores por cuestión de origen y de establecimiento. Lo fundamental es que los pelotaris vascos (que dominan claramente la especialidad) podrán optar, por fin, por la camiseta verde de la Euskal Selekzioa, además de por la roja de España o la azul de Francia. Ese es el ejercicio de pluralidad que conlleva la oficialidad internacional, a la que aspiraban y aspiran mayoritariamente deportistas y sociedad vasca. Menos esencialismos, por tanto, y más normalidad. Y que gane el mejor en la cancha, sea el o la que sea. Porque si lo son pelotaris vascos defendiendo a España también lucirán la txapela.
Lo cierto es que el lunes día 2 de junio veremos saltar al frontón Jai-Alai de la villa foral a los primeros representantes de la Verde en un nuevo e ilusionante camino, tantos años después, hoy en la cesta punta, y en sucesivas citas en las demás modalidades de la pelota vasca, con la vista puesta en los Mundiales que se desarrollarán en 2026 en San Luis, Argentina. Que sirva para un gran impulso a este deporte, de la mano del Ongi Etorri, por fin, a la Euskal Pilota Selekzioa.
Sobre este blog
Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
0