La alcaldesa de València saca de las calles a 10 policías para atender llamadas y correos en la oficina 'antiokupas'

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La recién creada oficina 'antiocupación' del Ayuntamiento de Valencia va camino de convertirse en la pantalla de humo del mandato: la respuesta a un problema prácticamente inexistente en la ciudad. El equipo de gobierno de María José Catalá anunció a bombo y platillo la puesta en marcha de este departamento, integrado en la Policía Local, como parte de la estrategia del PP para atacar el problema de la vivienda en la capital, pese a que no tiene competencia para estos delitos y los datos apuntan que son casos residuales: apenas 84 en toda la ciudad.
Los datos que maneja el consistorio y la percepción en el propio cuerpo policial apuntan que la oficina no es una necesidad. Hasta los responsables de la Policía reconocen que los casos han descendido y vinculan la ocupación irregular a un problema de vivienda de más amplio espectro. Así lo dejó ver el comisario principal Fernando Giménez Oñate, División Territorial Operativa -quien coordina todas las comisarías de barrio-, que manifestó que “ha habido una rebaja importante” en las intervenciones. Las cifras del Ayuntamiento indican que en dos años los casos activos de inmuebles ocupados sin título han pasado de 474 a 84 y el comisario principal indicó que, en su mayoría, se trata de viviendas deshabitadas; incluso en casos en los que el propietario ni siquiera sabe que se han ocupado.
El consistorio también reconoce que la actividad que pueda llevar a cabo este departamento no tiene competencias específicas sobre los delitos de allanamiento o usurpación -salvo que se observe la comisión del delito flagrante- por lo que los trabajos de la oficina se centran en el asesoramiento y la mediación. Según una respuesta de la Concejalía de Policía que dirige Jesús Carbonell a Compromís la oficina trabajará en “el desarrollo de funciones de información y prevención para las comunidades de propietarios”. El departamento, prosigue la respuesta al concejal Ferrán Puchades, centra la atención de estos agentes en la mediación, en colaboración con otros servicios municipales, como es el caso de servicios sociales, con el fin de alcanzar soluciones ágiles, satisfactorias y con vocación de permanencia para las partes implicadas“. El edil de Policía afea al concejal de la oposición que ”parece contemplar únicamente una perspectiva represiva de los delitos“
Con todo, el Ayuntamiento de València ha decidido destinar diez agentes de la Policía Local a este departamento adscrito a la Unidad Administrativa Centralizada: un oficial y nueve agentes. Dos de ellos se dedicarán de forma exclusiva a la atención de las consultas ciudadanas y el resto de miembros de la unidad realizarán trabajos de refuerzo, según consta en otro escrito remitido a instancias de Compromís. En la respuesta, el consistorio reconoce que ha sacado a los agentes de comisarías de barrio para destinarlos a esta oficina, donde atender llamadas de teléfono o correos electrónicos o consultas en persona: “Todos estos agentes cuentan con dilatada experiencia, pues proceden de otras unidades de distrito, habiendo quedado integrados en esta unidad tras la creación de la misma”, apunta Carbonell. Desde el Cuerpo matizan que los diez agentes pertenecen al recién creado Servicio Administrativo Centralizado y también realizarán otras tareas.
El último informe de la oficina de sugerencias, quejas y reclamaciones del Ayuntamiento de València apunta que uno de los capítulos que consideran más deficitarios es la atención de la Policía Local: las reclamaciones por la necesidad de incrementar las actuaciones policiales en los barrios han crecido un 15% en comparación con 2024 al pasar de 122 a 140 en el informe del pasado mes de febrero.
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