Así explica la IA por qué es más barato el plátano de Canarias en Valencia que en Tenerife

El precio del plátano canario no deja de subir y en algunos supermercados ha rozado incluso los cinco euros el kilo. Mientras tanto, su principal competidora, la banana, mantiene precios por debajo de los dos euros, haciendo que muchos consumidores se pregunten cómo es posible esta diferencia de precios.

Esa es precisamente la pregunta que lanzó un usuario de X a la inteligencia artificial de dicha red social, Grok, en respuesta a un usuario que había compartido dos imágenes con los respectivos precios del kilo de plátanos y de banana en un supermercado, de 3,7 euros y 1,5, respectivamente. El post acumula ya miles de likes y ha originado numerosos comentarios.

“Grok, puedes explicar la diferencia de precios entre los plátanos de Canarias y las bananas?”, lanzó el usuario, a lo que la IA respondió*: “La diferencia de precio entre el Plátano de Canarias DOP (3,70 €/kg) y las bananas genéricas (1,50 €/kg) se debe a varios factores. El Plátano de Canarias se cultiva localmente en las Islas Canarias, con costes de producción más altos por cultivos a menor escala, mano de obra cara y estándares de calidad estrictos (certificación DOP), que garantizan un sabor más dulce y jugoso. Las bananas, importadas de América Latina, tienen menores costes por producción masiva y economías de escala en transporte. Sin embargo, algunos consumidores consideran el precio del plátano excesivo, hasta 4,99 €/kg, y cuestionan si los intermediarios inflan los precios, especialmente siendo un producto local”.

*A esta respuesta de Grok le faltan algunas variantes, que se explican en esta misma noticia más abajo.

Intervino entonces otro usuario, que lanzó un nuevo reto a Grok: “Comprueba precio del plátano en Canarias y en la Península, en Tenerife, más cara que en Valencia”.

La IA ofreció esta respuesta: “Los precios del Plátano de Canarias en Tenerife pueden ser más altos que en Valencia debido a la demanda turística en zonas como Costa Adeje, donde los productos locales tienen un precio superior, y a los pequeños comercios con márgenes más altos. Los intermediarios también inflan los precios, ya que los consumidores pagan hasta 5 €/kg, mientras que los productores obtienen unos 1,54 €/kg. Sin embargo, la proximidad a la producción en Tenerife debería reducir los costes, y las grandes cadenas valencianas podrían ofrecer mejores ofertas. Los precios exactos varían según la tienda y la ubicación, por lo que es difícil realizar comparaciones precisas. Consulte las tarifas actuales en los supermercados locales”.

Es decir, en zonas turísticas de las islas los plátanos pueden llegar a tener precios más altos incluso que en la Península.

El tuit inicial dio pie a un debate con cientos de respuestas en las que algunos defendían seguir comprando el plátano canario por su calidad y sabor, mientras que otros decían haber dejado de comprarlo por su elevado precio y otros reconocían haber empezado a consumir bananas por ser más baratas.

El porqué de la subida de los precios del plátano

La respuesta suele ir condicionada al tamaño de la producción. Así, los años con cotizaciones más altas en el mercado de destino de la fruta canaria suelen ser los mismos en que las ofertas anuales son más contenidas en las islas, por debajo de los 420 millones de kilos al año. Pasó en 2021 y en 2022, no en 2023 y tampoco en 2024. Y es lo que por ahora ocurre, la oferta contenida, en 2025.

Es decir, a menor cantidad de fruta, precios más elevados.

Las causas del actual comportamiento de los precios, que tuvo como punto de partida el inicio del mes de febrero pasado, y llega hasta hoy, son sobre todo la escasez de fruta isleña (con envíos por debajo de los siete millones de kilos semanales) y las limitaciones habidas en el mismo mercado de destino con el competidor del plátano de Canarias: la banana importada desde Centroamérica y el África occidental.

Esta coyuntura comercial, que, por ahora, solo da alegrías a los plataneros isleños con fruta que cortar y buenas calidades y ocasiona quejas y cabreos entre los consumidores finales (deben pagar en las islas por su plátano, el de cercanía, más de tres euros por kilo, por los hasta más de cuatro en la Península), en estos momentos no ofrece visos de alcanzar un descansillo que dé inicio a la bajada o caída de precios.