San Nicolás pierde la paciencia

Hace apenas unos días, un vecino me paró por la calle, visiblemente molesto, y me dijo:
- ¿Qué pasa? ¿Ahora yo no vivo en Las Manchas, o qué?
Estaba muy enfadado. Y no le faltaba razón. Su enfado refleja el malestar creciente de muchos vecinos del barrio de Las Manchas ante unas señales que, más que informar, faltan al respeto y a la identidad de un barrio.
Señales que nunca debieron colocarse, y que están haciendo que muchos vecinos —con toda lógica— empiecen a perder la paciencia.
La empresa encargada de las obras de la carretera LP-2 ha decidido, sin explicación ni fundamento histórico alguno sino por algo que encontraron en google maps, cambiar el nombre del barrio de San Nicolás, un lugar con más de 300 años de historia documentada.
Su origen se remonta a 1696, cuando don Nicolás Massieu Van Dalle y Ratz dispuso en su testamento la construcción de una ermita en honor a San Nicolás de Bari, dentro de su hacienda de Las Manchas.
Desde entonces, este rincón de Las Manchas pasó a llamarse San Nicolás.
Existen mapas oficiales del Instituto Geográfico Nacional que recogen ese nombre al menos desde 1849. Siempre ha sido así.
Nuestros mayores están desconcertados. Personas de más de ochenta años que se sienten frustradas, enfadadas. ¿Por qué se cambian el nombre del barrio sin consultar a quienes lo habitan?
La actuación de esta empresa carece de justificación histórica alguna. Y la de las instituciones que no ordenan corregir este grave error, también.
Un error que no solo altera la toponimia histórica insular, sino que desorienta y molesta a muchos vecinos.
Junto a este artículo se incluye una fotografía histórica donde puede leerse claramente el nombre “San Nicolás” rotulado en las señales antiguas de nuestro barrio. ¿Nos lo estamos inventando, acaso?
Es una prueba visual más de que este topónimo no es una invención reciente, sino una realidad reconocida, vivida y transmitida durante generaciones.
Por eso, tanto particulares como la Asociación de Vecinos de Las Manchas han presentado reclamaciones por cauce oficial ante el Cabildo Insular, los ayuntamientos implicados y el Gobierno de Canarias.
Y recientemente, tras meses de lucha, el Gobierno de Canarias nos ha dado la razón a los vecinos tras estudiar la documentación aportada: pruebas irrefutables que avalan, sin lugar a dudas, el nombre legítimo y tradicional de San Nicolás.
Porque Las Manchas es mucho más que San Nicolás. Las Manchas es San Nicolás, Jedey, Las Manchas de Abajo, El Paraíso…
La identidad de los pueblos no se cambia con una máquina ni con una obra. Se construye con generaciones, con cultura, con memoria, con tradiciones. Como la construyeron nuestros padres, abuelos, bisabuelos.
Por eso, desde Las Manchas, pedimos respeto.
Respeto por nuestra historia, por nuestros nombres y por quienes los sostienen con orgullo desde hace generaciones, como lo han hecho siempre nuestros mayores.
En septiembre volverán las fiestas en honor a San Nicolás de Bari en Las Manchas.
Esperamos que este año se celebren bajo el nombre correcto, el de nuestro santo.
Y confiamos en poder, por fin, pasar página de este episodio tan desafortunado, que no es otra cosa que un atentado contra el patrimonio histórico insular.
Devuelvan el nombre a San Nicolás. Ya no hay peros que valgan.
Porque aquel vecino, el del principio de estas líneas, no vive en San Nicolás, pero es tan manchero como todos. Y quiere seguir siéndolo. Y nadie tiene derecho a tratar de robarle su identidad con unas señales absurdas.
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